la obesidad:
Es una enfermedad
crónica de origen multifactorial prevenible, la cual se caracteriza por
acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido
adiposo en el cuerpo; es decir, cuando la reserva natural de energía de
los humanos y otros mamíferos, almacenada en forma de grasa corporal, se
incrementa hasta un punto en que pone en riesgo la salud o la vida.
El sobrepeso y la obesidad son el quinto
factor principal de riesgo de defunción humana en el mundo. Cada año fallecen
por lo menos 2,800 millones de personas adultas como consecuencia del
sobrepeso o la obesidad.
se clasifica en:
1.
Obesidad exógena: La obesidad debida a un régimen
alimenticio inadecuado en conjunción con una escasa actividad física.
2.
Obesidad endógena: La que tiene por causa alteraciones metabólicas. Dentro
de las causas endógenas, se habla de obesidad endocrina cuando está
provocada por disfunción de alguna glándula endocrina, como la tiroides (obesidad
hipotiroidea) o por deficiencia de hormonas sexuales como es el caso de la
obesidad gonadal.
Sobrepeso
y obesidad infantiles.
La obesidad infantil: Es uno de los problemas
de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es
mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos
ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo
alarmante. Se calcula que en 2010 había 42 millones de niños con
sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en
desarrollo.
Los niños obesos y con
sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más
probabilidades de padecer a edades más tempranas, enfermedades no transmisibles
como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso,
la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por
consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad
infantil.
TRATAMIENTOS.
Es necesario tratar
adecuadamente las enfermedades subyacentes, si existen. A partir de aquí
depende de buscar el equilibrio, mediante ajustes en la dieta. La dieta debe
ser adecuada a la actividad necesaria, por ello una dieta muy intensiva en
personas muy activas es contraproducente. Debe de tenderse a realizar dietas
más suaves y mantenidas. Una vez alcanzado el peso ideal, lo ideal es
mantenerlo con un adecuado programa de ejercicios y alimentación que
sobre todo permitan no volver a recuperar la grasa y el peso perdido.
El principal tratamiento dietético para la
obesidad es reducir la grasa corporal comiendo menos calorías y ejercitándose
más. El efecto colateral beneficioso del ejercicio es que incrementa la fuerza
de los músculos, los tendones y los ligamentos, lo cual ayuda a prevenir
lesiones provenientes de accidentes y actividad vigorosa.
EJERCICIOS.
El ejercicio requiere
energía (calorías). Las calorías son almacenadas en la grasa corporal. Durante
el ejercicio aeróbico prolongado el organismo consume inicialmente
sus reservas de grasa a fin de proveer energía. Los músculos más grandes en el
organismo son los músculos de las piernas y naturalmente estos queman la
mayoría de las calorías, lo cual hace que el caminar, correr y montar en
bicicleta estén entre las formas más efectivas de ejercicio para reducir la
grasa corporal.
Un metaanálisis de ensayos
aleatorios controlados realizado por la International Cochrane
Collaboration, encontró que "el ejercicio combinado con dieta resulta en
una mayor reducción de peso que la dieta aislada".
VIDEO.
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