ESTILO DE VIDA SALUDABLE.
Significa preocuparse
por la salud y el bienestar, y realizar pequeños cambios para lograr una vida
saludable. Significa descansar lo suficiente, controlar el estrés y tomarse
tiempo para disfrutar de la familia y los amigos.
Consiste, además, en
tener la información básica sobre nutrición, actividad
física, hidratación y equilibrio
de energía para tomar decisiones correctas que promuevan la
salud. Esto incluye hacerse tiempo para una actividad física regular, elegir
una dieta rica en frutas, verduras, carne magra, productos lácteos de bajo
contenido graso, pescado y cereales integrales. También incluye conocer
las necesidades de energía para desarrollar un plan de
alimentación que equilibre las calorías consumidas con la actividad física para
mantener un peso saludable y utilizar las etiquetas de los alimentos para
tomar decisiones informadas sobre los alimentos y bebidas que elige.
LA NUTRICIÓN:
Es el proceso biológico en el que los organismos asimilan los alimentos y
los líquidos necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y el
mantenimiento de sus funciones vitales. La nutrición también es el estudio de
la relación que existe entre los alimentos, la salud y especialmente en la
determinación de una dieta.
LA ALIMENTACIÓN:
· Es la que comprende un conjunto de actos voluntarios y conscientes
que van dirigidos a la elección, preparación e ingesta de los alimentos,
fenómenos muy relacionados con el medio sociocultural y económico (medio
ambiente) y determinan, al menos en gran parte, los hábitos dietéticos y estilos
de vida.
LA DIETA:
Son los hábitos alimenticios de un individuo, esta no tiene por qué estar
enfocada al tratamiento de ninguna patología, como la obesidad o ni siquiera a
la reducción de peso. Simplemente es lo que come el individuo. Por lo tanto
todas las personas llevan a cabo una dieta. La dieta se puede modificar para
conseguir diversos objetivos, como por ejemplo el tratamiento de enfermedades
como la obesidad, que caso más común en que se utiliza la expresión «estar a
dieta», aunque no el único.
NUTRICIÓN Y SALUD.
Existen seis clases de
nutrientes que el cuerpo necesita:
Carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua.
Es importante consumir Diariamente esos seis nutrientes para construir y
mantener una función corporal saludable.
HÁBITOS ALIMENTICIOS.
Patrón de alimentación que una persona sigue a diario,
incluyendo preferencias alimentarías, influencia familiar y cultural.
Los hábitos alimenticios
se transmiten de padres a hijos y están influidos por factores como el lugar
geográfico, el clima, la vegetación,
la disponibilidad de la región, costumbres y experiencias, pero también tienen
que ver la capacidad de adquisición, la forma de selección y preparación de
los alimentos y
la manera de consumirlos (horarios, compañía).
Los alimentos son lo único que proporciona energía y diversos nutrimentos necesarios para
crecer sanos, fuertes y poder realizar las actividades diarias. Ninguna persona
logra sobrevivir sin alimento y la falta de alguno de los nutrimentos ocasiona
problemas graves en la salud.
Sin embargo, no se trata de comer
por comer, con el único fin de saciar el hambre, sino de obtener por medio de
los alimentos, los nutrimentos necesarios para poder realizar todas nuestras
funciones según la actividad física que se desarrolle, el sexo, la edad y el estado de salud.
La hidratación:
La hidratación es una actividad común que cualquiera de nosotros realiza
para complementar aquellos líquidos perdidos o utilizados por el organismo. Si
bien la mayor fuente de deshidratación puede ser la realización de ejercicio o
de esfuerzo físico, también es verdad que aun permaneciendo uno en estado de
reposo el organismo baja su nivel de hidratación ya que los órganos siguen
consumiendo los líquidos que componen a los tejidos y entonces uno siente lo
que se conoce como sed.
La importancia de la hidratación radica en el hecho de que es justamente una acción que nos permite seguir realizando nuestras actividades de manera saludable ya que se le otorga al cuerpo una buena ración de líquidos perdidos o consumidos. Uno puede hidratarse de manera específica cuando toma líquidos luego de hacer ejercicio, pero también puede hacerlo cuando consume líquidos como parte de su alimentación común (infusiones, agua, gaseosas, jugos, etc.).
Según lo que recomiendan los profesionales, una persona debe consumir normalmente entre uno y dos litros de agua por día para reponer aquellos líquidos que son consumidos por el organismo. También alertan sobre el hecho de que cuando se presenta la sensación de sed es cuando el organismo manda señales al cerebro para concientizarlo de ese estado de deshidratación, por lo cual es siempre recomendable consumir líquidos incluso cuando no se tiene sed.
Si tenemos en cuenta que nuestro cuerpo está compuesto en aproximadamente un 80% de agua, es fácil comprender por qué la hidratación es una acción sumamente importante para mantener un buen estado de salud. Entendemos por hidratación a la acción de consumir líquidos en variadas formas de modo continuo y permanente. Esta acción tiene por objetivo reemplazar los líquidos naturales que el organismo gasta en diferentes actividades, especialmente cuando se realiza ejercicio, a través de la sudoración o transpiración. Además, podemos decir que el agua es un elemento fundamental para el funcionamiento de cualquier ser vivo por lo cual el peligro de consumir los líquidos del organismo sin que estos sean repuestos puede generar severas complicaciones de salud.